Sábado en Sofía

Hoy, por fin he podido disfrutar de una mañana de callejear por Sofía.
Me apetecía poder ir tranquilamente por las calles, y ¨frikear¨ tranquilamente.
He cogido el autobús, y en veinte minutos estaba en el mercadillo de antigüedades que hay al lado de la catedral A. Nevsky.
 
Una vuelta por cada puestecillo, viendo que me podía llevar para casa.
Lamentablemente, no había nada que me interesara, alguna condecoración, y bayoneta, pero realmente, nada me ha llamado la atencion, excepto la Rosalie que aun sigue, y en la proxima visita, me pondre seriamente a tratar el precio con el vendedor.

Abunda mucho los timos para turistas, cascos chungos con calcas de ss, catalejos, pitilleras, cucharas..etc con svasticas, casi todo fabricado en polonia.
Ushankas sovieticas, pero de fabricación actual que se pueden encontrar en cualquier tienda de souvenirs.
Chatarra.

Las buenas piezas, como en todos los mercadillos, escasean y no son chollos.
Por ejemplo, un paisano tenia dos bayonetas alemans k98, por los marcajes eran del 43, pero pedia 100 euros, ahí se quedán.



Tambien he preguntado precio por el sable bulgaro que se ve en la foto, y el vendedor finalmente lo dejaba en unos 150 euros, ha sido tentador, estaba en muy buen estado.
Pero es la Bayoneta francesa de 1916, la que me tiene enamorado.

He disfrutado como un enano pudiendo estar en cada puestecillo, viendo las cosas.


Después de completar todos los puestos, me he ido caminando hacia el mercadillo de libros antiguos, allí debo decir que tampoco ninguna adquisición, había un libro que si me ha llamado la intención, uno sobre la gran guerra en los Balcanes, escrito en francés y publicado por la academia militar de Sofía, en 1922, pero su estado no me acababa, por lo que por su relación calidad / precio he preferido no comprarlo.

Una vez finalizado este mercadillo, me dirijo de vuelta al de antigüedades, pues había algunos puestos que aun no habían abierto.








Antes de llegar, he podido descubrir la Sofía que ansiaba, en una pequeña plaza, unos músicos callejeros tocando una canción que pronto he reconocido, la misma que suena en la escena de la boda de Connie, en la película el padrino.

Mientras, varios grupos de gente veían como se disputaban partidas de ajedrez rápidas.
Me ha encantado esa imagen.






Tras pasarme unos segundos mirando la partida de ajedrez, he decidido retomar mi camino y dirigirme hacia el mercadillo de antigüedades.





Una vez terminada la visita, y viendo que no era muy tarde, se me ha antojado visitar el museo de historia natural, del cual pondré un resumen en breve.

Aquí podéis ver los churros que venden para turistas, raro es el vendedor que no tiene sus cruces de hierro, y al menos una de caballero.

Generalmente, no suelo ni mirarlas de reojo, pero hoy había una que me llamaba la atención una EKII de 1870, es mas normal copiar las del 39, llaman mas a los turistas, pero una de la franco-prusiana es raro.

El vendedor lo tengo fichado, suele tener medallas interesantes, y es bastante honesto en cuanto a precio, anteriormente le habia comprado la medalla de Stalingrado rusa, y las de veterano y merito militar búlgaro de la WW1

Le pregunto al vendedor si puedo verla, y me fijo en los detalles, esta hecha en tres partes, parece plata, he intento mirar bien las hendiduras, pues lo que es el corazón no me acaba, sobre todo el lacado, pero bueno, puede ser por que alguien la pintase de nuevo.

Al rato de estar mirándola, y haciendo muecas raras, parece buena, pero no me acaba.

El vendedor me dice en ingles: ¨ It´s a very good copy. ¨

Yo se la devuelvo y sonrió, ¨ serás cabrón ¨, hasta va a resultar que hay un vendedor honrado.

Cojo el autobus, y para casa.

La semana que viene, me toca el Museo de Historia Militar!